¡Reduce tus emisiones!
Reducir las emisiones de dióxido de carbono en tu vida diaria es muy simple.
A continuación, se brindan algunos ejemplos de lo que puedes hacer:
Utiliza el transporte público, la bicicleta o camina con más frecuencia, y anima a los demás a hacer lo mismo.
Apaga las luces y los aparatos eléctricos que no utilices.
Tapa las fugas de aire en las ventanas y las puertas, coloca alfombras en el piso para mantenerte caliente en tu hogar y, a la vez, baja el termostato para ahorrar energía.
Compra ropa usada y otros artículos, y dona lo que ya no uses.
Compra productos fabricados o cultivados en tu región en lugar de los que se transportan por vía marítima o aérea desde lugares lejanos. Aprende a cultivar tus alimentos y ayuda a los demás a hacer lo mismo.
Come menos carne vacuna, de pollo y pescado, dado que se necesita más energía para producirla que cultivar alimentos de origen vegetal.
Construye una cocina solar (consulta el artículo "¡Construye una cocina solar!").
Planta árboles u organiza un evento para plantar árboles.
Convence a tu familia y miembros de la comunidad a realizar estas acciones.