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Derivación para Servicios Adicionales

Puede haber momentos en los que necesite derivar a las personas a los servicios de salud mental, por ejemplo, si hay un gran cambio en su comportamiento, no pueden cuidar de sí mismos y de los demás o no pueden trabajar con normalidad. Trate de no tomar el control y permitirles tomar decisiones a menos que crea que están en peligro inmediato o que tienen lesiones que necesitan atención médica.

Debe consultar a su supervisor si nota uno o más de los siguientes comportamientos mientras habla con alguien:

  1. sentirse triste o retraído por más de 2 semanas;
  2. tratar de hacerse daño o hacer planes para hacerlo;
  3. sentir miedo repentino, un corazón acelerado o respiración acelerada;
  4. pelear o querer lastimar a otros;
  5. vomitar, no comer o hacer otras cosas para perder peso;
  6. miedos intensos que se interponen en el camino de las actividades diarias;
  7. dificultad extrema para concentrarse;
  8. usar drogas o alcohol;
  9. cambios de humor severos que causan problemas en las relaciones;
  10. cambios drásticos en el comportamiento o la personalidad.

El estigma asociado con los problemas de salud mental puede hacer que las personas no busquen apoyo para las condiciones de salud mental. Ofrezca su apoyo acompañándolos al centro de salud y asegúreles que sentirse estresado y ansioso es normal y que hay ayuda disponible. Tenga una lista de organizaciones y otros recursos comunitarios que brinden apoyo para compartir con quienes puedan necesitar servicios de salud mental. Comparta con las personas el número de emergencia local y aconséjeles que llamen si ellos o alguien de su familia o comunidad necesita ayuda urgente de salud mental.

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