El cambio climático pone en peligro la seguridad alimentaria
El cambio climático amenaza la seguridad alimentaria, dado que las sequías, las variaciones de la temperatura, los incendios forestales, los fenómenos meteorológicos extremos, las plagas, las enfermedades y las inundaciones pueden dañar los cultivos. Esto se suma a la existente crisis mundial de alimentos, ya que los cultivos básicos, como el arroz, el trigo y el maíz, se ven afectados.
El agravamiento del problema de la malnutrición pone en peligro la salud y la supervivencia de las mujeres y los niños, así como provoca más estrés en las personas con VIH que toman medicamentos antirretrovirales, dado que el consumo de alimentos sólidos es esencial para el éxito del tratamiento.
Los científicos prevén que el aumento de la temperatura y los cambios en los patrones de lluvias probablemente disminuirán la productividad de los cultivos en muchas regiones vulnerables. En los países en desarrollo, esto traerá como consecuencia que cientos de millones de personas no puedan producir ni comprar la suficiente cantidad de alimentos.
Además, los cambios en el ecosistema relacionados con el clima están haciendo que sea más difícil encontrar algunas fuentes silvestres de alimentos porque los conocimientos de las personas sobre dónde y cuándo cazar, pescar y recolectar alimentos y plantas se vuelven menos confiables.
Pero las iniciativas simples pueden contribuir en gran medida. En el pueblo de Alikinkin, Níger, las huertas comunitarias son un oasis de belleza y una fuente de alimentos, y ayudan a que los niños eviten los peores efectos de la crisis alimentaria.