El cambio climático afecta la cantidad y calidad del agua
Una disminución de los recursos de agua dulce de todo el mundo amenaza profundamente la salud y los medios de subsistencia. Se prevé que, para 2020, unos 75 millones de habitantes de África sufrirán un mayor estrés por falta de agua a causa del cambio climático.
El agua dulce es fundamental para la vida, la salud y los medios de subsistencia. Se espera que el cambio climático ocasione más sequías, inundaciones y el aumento de los niveles del mar, lo que hará más difícil encontrar agua limpia y dulce. La creciente contaminación, el bombeo excesivo de los acuíferos y la degradación de las áreas de captación de agua dulce están empeorando una situación que ya es precaria. A su vez, la contaminación generada por las industrias, la agricultura y la gestión inadecuada de los desechos humanos amenazan las fuentes de agua que antes eran seguras.
Cuando se dispone de menos agua dulce, las personas tienden a guardarla para beberla y consumir una menor cantidad de ella para lavarse las manos e higienizarse. El agua sucia y las malas prácticas de saneamiento pueden conducir a enfermedades.
Además, la escasez de agua puede causar conflictos, dado que las personas protegen sus fuentes de abastecimiento, y aumentar la migración porque las personas se desplazan hacia lugares donde hay agua.
Es fundamental hacer una gestión cuidadosa de los servicios hídricos y de saneamiento. Deberían desarrollarse nuevos métodos y tecnologías para explotar de manera segura los recursos hídricos, así como para protegerlos. El reciclado y la reutilización del agua no solo puede ser más económico, sino también necesario.