Mujeres lactantes con mpox

💡 Mensaje clave: Si eres madre lactante y tienes la mpox, es posible transmitir el virus a tu hija o hijo a través del contacto cercano, incluso al amamantarlo. Ponte en contacto con tu profesional sanitario para que te oriente sobre cómo controlar tu salud y la de tus hijos y garantizar prácticas de lactancia seguras.

Mensajes de apoyo:

  • Si estás amamantando y sospechas que has estado expuesta a la mpox o estás experimentando síntomas, ponte en contacto con tu profesional sanitario inmediatamente, hazte las pruebas y pide consejo sobre la vacunación, si está disponible.
  • Si te han diagnosticado mpox, tu médico hablará contigo de las opciones de lactancia materna. Puede que sea más seguro seguir amamantando a tu bebé, o puede que te recomienden dejar de hacerlo durante un tiempo o cambiar las prácticas de alimentación.
  • Puede retrasarse la lactancia hasta que se cumplan los criterios para interrumpir el aislamiento (es decir, que se hayan resuelto todas las lesiones, se hayan caído las costras y se haya formado una nueva capa de piel intacta), ya que las niñas y niños pequeños han padecido enfermedades graves durante brotes anteriores.
  • Si no es posible proporcionar soluciones alimentarias seguras al lactante/niña o niño no amamantado, la lactancia puede continuar con una vigilancia intensiva del estado de salud del lactante/niña o niño y la aplicación de medidas de Prevención y Control de Infecciones (PCI), como utilizar una manta nueva para envolver al lactante/niña o niño y que la madre lleve guantes y una bata nueva en cada sesión de lactancia.
  • Si decides seguir dando de lactar, da prioridad a la higiene. Lávate bien las manos y los pechos con agua y jabón antes y después de dar de lactar. Utiliza una mascarilla médica para minimizar el riesgo de propagación del virus y asegúrate de que tu sacaleches y cualquier accesorio de lactancia estén esterilizados para evitar la contaminación. Cúbrete las llagas durante la lactancia.
  • Si tienes síntomas graves, como fiebre alta y erupción con llagas abiertas, la lactancia puede ser difícil y el riesgo de transmitir la mpox a tu bebé puede ser mayor. Habla con tu profesional sanitario sobre las opciones, incluidas las alternativas a la leche materna para alimentar a tu bebé, si es necesario.
  • Si dejas de amamantar, busca consejo para detener la producción de leche gradualmente. Dejar de hacerlo repentinamente puede ponerte en riesgo de mastitis. Puedes considerar la posibilidad de extraerte leche para mantener la producción, de modo que puedas volver a dar el pecho cuando te encuentres mejor, si así lo deseas.
  • Si tienes mpox grave, intenta limitar el contacto cercano con tu bebé hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo. Si es posible, busca un cuidador sano que se encargue de la alimentación mientras te recuperas. Puede ser otra persona que amamante a tu bebé (nodriza) o alguien que te apoye con una alimentación láctea alternativa.
  • Concéntrate en tu recuperación manteniéndote hidratada, descansando mucho y siguiendo otras recomendaciones y orientaciones de tu profesional sanitario.
  • Monitorea a tu bebé para detectar cualquier signo de enfermedad. Si tu bebé desarrolla una erupción cutánea, fiebre o cualquier otro síntoma de la mpox, ponte en contacto con tu pediatra inmediatamente.
  • Si tu bebé o tu niña o niño tiene la mpox y estás dando el pecho, consulta a tu profesional sanitario y sigue los mismos pasos que aquí se indican, dando prioridad a la higiene y limitando el contacto piel con piel en la medida de lo posible.
  • Dar el pecho puede ser estresante, sobre todo si tienes problemas de salud y no te encuentras bien. No dudes en ponerte en contacto con tu pareja, amigos o familiares para que te apoyen emocionalmente durante este tiempo y habla con tu profesional sanitario de todas tus dudas y opciones sobre la lactancia.
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